Se acaba de producir el ultimo congreso del PCCH y en él, tanto su presidente como su ministro de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, que es el órgano de planificación económica del país, hacen hincapié en que la prioridad absoluta nacional es mantener el crecimiento para crear empleo, y han puesto en marcha medidas reactivadoras de la economía destinadas, fundamentalmente, al impulso del consumo, a reducir la dependencia de las exportaciones, que representan el 40% del PIB y a la rebaja de los tipos de interés que quedaron en el 5.58%. (¿Quien puede pedir un prestamo en China donde cerca de 9oo millones de personas ingresan menos de 100 euros al mes?)
El capitalismo leninismo impuesto hace ya mas de 30 años por Deng Xiaoping podia parecer una contradicción que sin embargo hoy se ha convertido en una realidad, superada con creces por las políticas impulsadas por sus actuales gobernantes, mas interesados en estar en la cresta de la ola económica mundial al mas puro estilo capitalista (superando con mucho a EE.UU.) y dejando totalmente olvidados a los mas débiles, que en ese país rondan los 900 millones de personas, trabajadores del campo y de las grandes factorías, dirigidas por el aparato del partido (los nuevos ricos de china) que no tiene ningún interés en que los ritmos marcados cambien porque a ellos les va de maravilla.
No caen en la cuenta las autoridades chinas 
que ese desaforado crecimiento económico que beneficia a un porcentaje pequeño de la población puede llegar a ser, por si mismo y gracias a las desigualdades que genera, el fin del cuento.
que ese desaforado crecimiento económico que beneficia a un porcentaje pequeño de la población puede llegar a ser, por si mismo y gracias a las desigualdades que genera, el fin del cuento.La falta de un estado de bienestar (que no está desde luego en el horizonte de las políticas aprobadas en el ultimo congreso del partido, como tampoco en las intenciones de los actuales mandatarios chinos) puede ser el detonante de una revuelta interna que acabe con esta sin razon de política comunista/capitalista que vive el país.
Por mucho que el lavado de cerebro que sufren los chinos a los que se les ha vendido que la única ideología posible es la del consumo desmesurado y sin freno, llegará el momento en el que este despierte y exija que se pongan en marcha políticas gubernamentales encaminadas a que el estado de bienestar llegue a todo el pueblo, y el gobierno chino y los mandatarios del partido no tendrán mas remedio que buscar el equilibrio introduciendo un acceso a la sanidad pública general y gratuita para todo el pueblo, así como que la educación se generalice.
Ahí debe ir dirigida una buena parte de la inversión nacional obtenida con los dividendos del comercio exterior y que hoy guarda celosamente el gobierno en sus arcas y que destina a "otros menesteres" de dificil justificacion social.
No solo por lo que significa de contradicción con un mal llamado régimen comunista, han de ponerse en marcha las mismas, como también por lo que tienen de justicia social (es absolutamente aberrante que miembros del partido, funcionarios y empresarios vinculados a los mismos naden en la abundancia mientras la mayoría de la población vive por debajo del umbral de la pobreza), sino también porque al pueblo no se le puede callar eternamente y en algún momento va a despertar y a exigir que revierta en el, mediante políticas sociales, los grandes beneficios obtenidos.
Colegios y hospitales privados en un régimen comunista, no son mas que el reflejo de una situación que podría denominarse como esquizofrenica.
Toca mover ficha señor Hu Jintao. Y esa ficha no puede ser la que Ud. y los miembros de su partido han aprobado en el ultimo congreso.
